Décimo. El ganado de Gerión.  

Su décimo trabajo era conseguir el ganado de Gerión, un enorme monstruo con tres cabezas, tres cuerpos y seis brazos. Vivía en una isla de la costa española y tenia un gran ganado mantenido por un pastor y un gran caballo con dos cabezas. Gerión tenía también tres hermanos, hijos del rey de España y capitanes de su ejército.  

Hercules reunió a un ejercito y se fue a España por Libia, donde mató al gigante Antaro. En el borde sur de España conoció a los tres hermanos, quienes se habían enterado de los trabajos y estaban esperando a Hercules con todo un ejercito. En la batalla los hermanos fueron asesinados y Hercules y sus soldados consiguieron conquistar la mayoría del territorio español. Después cruzaron a la isla, mataron al pastor y al perro antes de que huyeran con el ganado y Gerión les encontrase y empezasen otra lucha. Hera corrió a ayudar al gigante, pero Hercules la hirió y tuvo que huir.  

Finalmente Hercules consiguió terminar él trabajo con éxito y llevar los caballos a Mecenas pasando por Italia. Con esto terminó su décimo trabajo, pero Euristeo no quiso reconocer a dos de ellos. A cambio, le dio dos nuevos trabajos con los que esperaba terminar con el héroe, quien para entonces era ya conocido mas allá de Grecia por sus trabajos. 

Undécimo. Las manzanas de Hespérides.  

De la boda entre Zeus y Hera, Gea les había dado un árbol con manzanas doradas que había plantado al final del mar. Esto era lo que Hercules debia llevar a Euristeo. Pero la única información que se tenía era que el árbol estaba en algún lugar al final del mar. Pero Hercules no paró de buscar y empezó la siguiente aventura. Esta vez tenia que luchar contra el gigante Termeros y también conocer al dios del rio Nereo, quien le mostró el camino. Después, también se encontró con Prometeo a quien liberó de su agonía.  

Finalmente llegó a la tierra de Atlas donde este estaba detrás de la puerta del cielo. Allí, las tres hijas de Atlas observaban al árbol de Hespérides, protegido por un dragón. Hercules persuadió a Atlas para preguntar a sus hijas si podrían darle las manzanas si aguantaba la tierra durante un rato. Por supuesto, Atlas accedió, durmió al dragón y volvió con las manzanas. Pero entonces pensó que podia dejar de aguantar la tierra, así que lanzó las manzanas a los pies de Hercules y se fue. Justo a tiempo, Hercules encontró una buena excusa y pregunto a Atlas si podia aguantar la tierra durante un momento así podia mirar durante una ultima vez, y robó las manzanas y se fue.  

Duocédimo y último. Cerbero el perro del infierno. 

Mientras tanto Hercules se había convertido en el héroe de los humanos y había celebraciones en todo el mundo. Euristeo le recibió durante una ultima vez con miedo y le dio un trabajo aparentemente imposible. Su ultimo trabajo era llevar al perro del infierno al mundo de arriba, un perro con serpientes como pelo, tres cabezas de las que le salía saliva venenosas. Los sacerdotes le habían dado a Hercules information del inframundo, y se fue a Pilón, en Eilis, donde estaba la entrada.  

De ahí cruzó el rio Stix convenciendo al barquero Caronte para que le dejara pasar y llegó a la ciudad de Hares. Pero en la entrada se encontró con el rey quien no le dejó entrar. Hercules le lanzó una flecha al hombro y el rey le dejó pasar con la condición de que no usase armas dentro. En cuanto vio al perro saltó encima de él, lo estranguló y se rindió. Hercules lo llevó a Micenas, donde Euristeo liberó a la bestia, quien volvió a Hades.  

Después de esto, Euristeo se rindió y dejó de odiar al hijo de Zeus.