Hércules es probablemente en mayor héroe de la mitología griega. Es el hijo de Alcmena y Zeus. Alcmena era la nieta de Perseo y esposa de Anfitrión, el rey de Tebas. Hera, celosa una vez más de que Zeus hubiese estado con otra mujer, pospuso el nacimiento de Hércules hasta que el siguiente nieto de Perseo naciese y así no tendría el derecho de ostentar el trono de Micenas. 

  

Pero Alcmena tenía miedo a la venganza de Hera, así que abandonó a su propio bebé. Un día Hera y Atenea estaban caminando por la playa cuando se encontraron con el bebé. Se lo quedaron y lo cuidaron. Hera incluso le dio de mamar, por lo que se convirtió en inmortal.  

  

La diosa le dio el bebé a Alcmena diciendo que era un huérfano y lo adopto feliz y sin ninguna preocupación. Pero Hera sabia quién era él bebe y quería eliminarlo de la tierra. Para hacerlo, le envío dos serpientes gigantes para que lo estrangularan. El niño se levantó chillando, pero antes de que alguien pudiese llegar a su habitación, él ya había matado a las bestias.  

  

Cuando sus padres lo vieron se quedaron sorprendidos y un poco nerviosos. Así que visitaron al profeta Tiresias, conocido por muchas otras historias, quien les dijo del brillante futuro del chico. Esto les convenció para darle una buena educación, y este la tuvo, aprendiendo sobre arquería, lanzamiento de jabalina, arte y ciencia.  

  

Un día Hércules peso que podría hacer algo con todo aquello que había aprendido. Lo que no fue difícil, ya que en esa época en Grecia había muchos bosques y pantanos llenos de animales salvajes, ladrones y asaltantes de caminos.  

  

Una de las cosas que hizo fue quitar el tributo que los ciudadanos de Tebas tenían que pagar al rey Ergino. Como gesto de gratitud, le dieron la mano de la hija de Creonte, Megara. Hermes le dio una espada, Apolo flechas, Efecto una carcasa de oro y Atenea una túnica. Con Megara tuvo tres hijos que vivieron con ellos durante un buen tiempo. 

  

También ayudó a los dioses en su lucha contra los gigantes, donde los profetas dijeron que podía ser ganada si luchaban con un mortal junto a ellos. Tras la victoria, Hercules subió al Olimpo.