En esta historia, Zeus se había enamorado una vez más. Esta vez de la titanide y oceanide Metis, quien no soportaba a Zeus e intento escapar de el de mil maneras, transformándose en todo tipo de animales, plantas y figuras, pero nada funcionaba y Zeus la descubría cada vez. 

Finalmente, un día decidió transformarse en una mosca, lo cual no fue una brillante idea ya que un día Zeus se la comió. De este modo, y muy extrañamente, se quedó embarazada dentro del cuerpo de Zeus. Ahora estaba capturada dentro de la cabeza del dios, lo cual empezó a dolerle mucho. Zeus entro en pánico y llamo a Hefesto, que era conocido por su astucia.  

Hefesto tomo un hacha y abrió la cabeza de Zeus en dos. De su cabeza salió Atenea, completamente vestida y con sus armas. Es la personificación del espíritu, inspiración e inteligencia, especialmente en comparación con Hefestos, quien era lo contrario a ser delicado.  

Atenea nació de la cabeza de Zeus y en muchas partes de Grecia la gente la adoraba más que a este. De hecho, si hubiese habido una lucha entre los dioses, Atenea hubiese sido la única diosa en causar serios problemas a Zeus.